5. ORACIÓN POR EL CUARENTA Y CINCO ANIVERSARIO

Padre bueno, que en el regalo del tiempo que nos concedes, nos has permitido caminar en tu presencia durante cuarenta y cinco años, como “Equipo Laico al Servicio de la Pastoral”, agradecemos, desde nuestra miseria, la predilección que has tenido para con nosotros. 

Imploramos tu misericordia infinita, para que renueves nuestra fe, e impulses nuestro entusiasmo al seguir tus pasos en la evangelización de nuestros hermanos, como verdaderos discípulos misioneros tuyos. 

Señor, Tu pones tus ojos en los más limitados y débiles, para ser de ellos tus instrumentos. Necesitamos tu Luz, para seguir el camino que nos enseñas, y ser Sal para actuar como Tú, y hacer realidad tu consigna de “amarnos como Tú nos amas”, reuniendo y sirviendo a los hermanos. 

Haz que sigamos llevando con valentía tu Nombre, para que por nuestro testimonio de vida y de palabra, la “escuela de pastoral”, por el tiempo que Tú permitas, y siempre de la mano y con la protección de la Virgen María, extienda tu reinado en el mundo. 

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

4. PARA EMPEZAR LA REUNIÓN DE PASTORAL

Señor Dios Padre Omnipotente, acepta esta asamblea eclesial, Cuerpo Místico de tu Hijo nuestra Cabeza. Recibe con agrado nuestra imperfecta actitud filial; queremos darte gloria en la medida de nuestras fuerzas. 

Cristo Maestro y Hermano nuestro: ven y santifica con tu presencia prometida nuestra reunión, expresión visible de nuestra unión invisible en ti. Únenos, enséñanos, guíanos, fórmanos, para que nos integremos en equipo apostólico como aquellos doce primeros. 

Divino Espíritu, Luz Preclara, Fuego abrazador; vuelve a realizar en nosotros tu Iglesia con perenne pentecostés para que, plenos de sabiduría, valor y entusiasmo, al salir de nuestra reunión vallamos a derramar en nuestros ambientes tus dones para gloria del Padre y salud de los hombres. 

Santa María Madre de la Iglesia siguiendo a Cristo nuestro Hermano mayor, acudimos a ti buscando tu regazo, refugio de amor y escuela de apostolado. Forja en nosotros un corazón misionero, capaz de ilusionarse, de entregarse y amar intensamente a Jesús y a todos los hombres. Amén.

3. SALUDO MATINAL

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En éste nuevo día, Señor te saludamos

¡Oh Dios Omnipotente! y Padre Providente,
el Autor de lo creado.

Por ti cesó la noche, pasaron las tinieblas,
surgimos a la aurora que todo lo colora
y a la luz de lo creado.

Por ti brilla la luna en lo alto de la esfera,
cintilan las estrellas y el sol con llamas bellas
ilumina lo creado.

Por ti brotan las plantas, el árbol da sus frutos,
el campo reverdece y el vástago florece
al bullir de lo creado.

Por ti vuelan las aves gorjeando sus cantares,
arrullan los pichones y trinan los gorriones
alegría de lo creado.

Por ti pase el rebaño balando en la campiña;
por ti ruge la fiera que impera en la pradera
y es vigor de lo creado.

Por ti marcha a la escuela silbando el estudiante,
el hombre va al destajo, el ama a su trabajo,
a construir lo que has creado.

A ti reconocidos, brindamos nuestras obras;
haremos de éste día un himno de armonía
con el mundo que has creado.

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2. OFRECIMIENTO A MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA

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¡Oh Señora y Madre mía! Yo me ofrezco todo a vos, y de mi filial afecto, os consagro -en prenda soy-: mis oídos, y mis ojos, y mi lengua y corazón. Os consagro, en fin, María, cuanto tengo y cuanto soy. 

Pues que ya soy todo vuestro ¡dulce Madre de mi amor!: conservadme, defendedme, como a vuestra posesión.

1. ORACIÓN CON LA QUE SE DA COMIENZO AL AÑO LECTIVO EN LA ESCUELA DE PASTORAL

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(Para ser recitada a los pies de la Santísima Virgen de Guadalupe en su Basílica por toda la Escuela, y por el equipo el primer día de clase) 

(Sugerencia recitarla todos los domingos antes de clase) 

Señor, Dios Padre, Principio y Fin de cuanto existe, estamos ante ti estos hijos tuyos, unidos en tu Hijo amadísimo Jesucristo, deseosos de ofrecerte nuestra labor apostólica de todo un año. Nos mueven solo dos fines al procurar que por todos seas conocido y amado: que así sea para que con ello seas tú glorificado, y para que todos nosotros encontremos en ello nuestra salvación. Concédenos, te rogamos, eficacia y fortaleza; espíritu de mortificación y de entera donación; a fin de que todos los que pondrás en nuestras manos, a quienes aún no conocemos, pero ya amamos, te encuentren, te alaben y te glorifiquen por siempre.

Cristo, Buen Pastor y Divino Sembrador del Mensaje de Salvación del Padre, en esta empresa queremos seguirte a ti: enséñanos a guiar a nuestros hermanos hacia tu redil; a hablarles con entusiasmo acerca de tu Reino; a mostrarles toda la riqueza de gracia y amor de tu Divino Corazón para que, enamorados de ti, por ti lleguen al Padre. 

Espíritu Santo, Fuente de Vida y Santidad: nada podremos vivificar ni santificar sin ti. Por eso hoy te suplicamos que nos hinches con tus dones para que, como esponjas saturadas de gracia, nos vayamos exprimiendo durante el curso dando de beber a nuestros hermanos de ella y así, llenos todos de gracia podamos glorificar al Padre a tu Luz. Virgen Santísima, Madre de la Iglesia: queremos cantar contigo tu Magníficat: “Ha hecho en mí maravillas Aquel cuyo nombre es Santo…” Queremos, como tú, ser portadores de Cristo, donadores de Cristo, formadores de nuevos apóstoles, fuerza y sostén de la Iglesia. Para ello te pedimos: enséñanos a ser como tú, fervorosos y eficaces en la obra de extender el Reino de Dios para que un Día contigo seamos muchos en alabar y glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén